
...y la pregunta me parece tan idiota, como ingenua y- por qué no- posible... Es cierto, no se le puede obligar a todo el mundo a tener los mismos gustos que uno, o las mismas sensibilidades, pero sí se puede tratar de hacer algo por sensibilizarnos... Esta es una obra de arte, tan subjetiva es su apreciación, que cualquier opinión que se pueda dar al respecto, me parece válida, mientras esté bien fundamentada (o fundada, como nos correigen por ahí...). Por lo tanto, sólo me queda decir, que es un pretexto, una excusa, una forma, un vía de sensibilización respecto pequeños detalles como los colores, la forma, el trazo, de un simple par de zapatos...feo, lindo, rídiculo, absurdo... da lo mismo, mientras se argumente...
Yo, por mi parte, argumento que me encantan todas las manifestaciones que rinden honor a lo cotidiano...que no buscan más allá, sino, más acá: aquí. En este caso, me encanta esta obra, justamente, por ser simple, por no ser pomposa ni extravagante; me seduce porque está aquí: en un simple par de zapatos, porque es capaz de demostrar el valor de lo cotidiano, de lo simple, porque busca dentro y no fuera, porque puede llegar a hacernos pensar en lo hermoso o mágico de un simple par de zapatos, que tantas veces lanzamos a un rincón de nuestra habitación, olvidando el brillo que pueden guardar, sólo si somos capaces de permitir en nuestros ojos, entrar ese brillo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario